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CEOE, Confederación Española de Organizaciones Empresariales.
Adaptarse al nuevo entorno es la única opción
El cerebro humano, acostumbrado a los cambios aritméticos, maneja con mucha dificultad los cambios tecnológicos exponenciales. Por eso pueden desbordarnos y dificultar nuestras predicciones y planificaciones. Pero los humanos nunca hemos podido parar el desarrollo tecnológico.
Incluso los más escépticos comparten cuatro principios básicos: Todo lo que se pueda digitalizar se digitalizará. Todo lo que se pueda automatizar se automatizará. Todo lo que se pueda conectar se conectará. Todo lo que se pueda analizar se analizará. Estos principios conducen a una sociedad digital, hiperconectada e inteligente, que de- termina un entorno digital con oportunidades y retos.
• Inmediatez: el entorno digital aporta velocidad. El manejo del tiempo depende más de las personas que de las leyes de la física. No hay distancia ni fronteras. Todos podemos y debemos ser más ágiles.
• Datificación: los datos son el oro del siglo XXI. El volu- men de datos disponible es enorme y seguirá creciendo exponencialmente (Big Data). Su análisis permite conocer el comportamiento de las personas desde todos los puntos de vista, con enorme impacto económico, social y político. • Ciberseguridad: Las organizaciones
el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
• Globalización: todo lo digital puede ser global. Nada lo impide. La globalización hace que los mercados sean cada vez más accesibles y las economías de escala, cada vez más relevantes y competitivas.
• Automatización: las máquinas sustituirán muchas fun- ciones que realizan los humanos, tanto en actividades repetitivas como en actividades cada vez más complejas soportadas por inteligencia artificial. La mitad de las activi- dades o tareas (no los trabajos) podrían ser realizadas por máquinas, lo que crea mucha preocupación, incertidumbre e inquietud por miedo y desconocimiento de lo que viene y de su impacto. La mejor forma de protegerse es actuar para gestionar óptimamente sus implicaciones.
• Disrupciones: son fruto de la destrucción creativa y son difíciles de prever. A veces, incluso nos sacan de
basadas en datos son más eficientes y adaptan y ejecutan sus decisiones con mayor rapidez. No es de extrañar que esté surgiendo una nueva devoción por los datos en forma de religión, que algu- nos autores denominan dataísmo. Pero la información también puede utilizarse para actividades ilegales o ilícitas, lo que plantea nuevos retos. Los cibera- taques se pueden manifestar en dife- rentes modalidades: ciberespionaje, el cibercrimen, el ciberactivismo, el ciber- terrorismo y la ciberguerra.
Todo lo que se pueda digitalizar se digitalizará. Todo lo que se pueda automatizar se automatizará. Todo lo
que se pueda conectar se conectará. Todo lo que se pueda analizar se analizará. Estos principios conducen
a una sociedad digital, hiperconectada e inteligente.
nuestra zona de confort por lo que nos cuesta aceptar sus consecuencias. El impacto de las disrupciones puede llegar a tener consecuencias devastadoras para algunos negocios. Organizarse para tratar de anticiparse a ellas y transformarse para gestio- nar sus posibles impactos, es una necesidad cada vez más apremiante para todos.
• Privacidad: no existe ni un solo servicio o producto que sea gratuito. Su precio se puede pagar con dinero, tiempo (publicidad) o datos (información). El consumidor no tiene conciencia de su transcendencia individual y colectiva. Se debe garantizar la privacidad de los datos, proporcionando a los usuarios transparencia y control, de conformidad con
En consecuencia, la inmedia- tez, la datificación, la globalización, la automatización y las disrupciones fomentan la desmaterialización y la des- intermediación en las empresas, a la vez que hacen que vivamos en un entorno que se puede calificar como VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) en el que hay que gestionar la dualidad oportunidades y retos. Adaptarse al
nuevo entorno es la única opción.
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HIPERDIGITALIZADOS